02 ago 2013 , 08:17

Ni edad, condición o raza, nada impidió ir a despedir al 'Chucho'

Personas de todas las edades y condiciones llegaron al Coliseo Rumiñahui a rendirle tributo.

Nada era impedimento para llegar al Coliseo Rumiñahui y llevarle un detalle a Christian 'Chucho' Benítez. Vestir la tricolor o la piel de El Nacional para despedir al crack.

 

Personas de todas las edades y condiciones llegaron a rendirle tributo. Cada uno con una razón distinta.

 

El 'Chucho' entró por la puerta grande a costas de su padre, su suegro y sus  amigos. Hasta el presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, Luis Chiriboga, puso el hombro.

 

Su padre, Ermen Benítez había mostrado calma y serenidad desde el momento que recibió la trágica noticia. Pero hoy necesitó fuerzas para soportar la ausencia que lo empezó a quebrantar.

 

La presencia del hincha, del amigo, del curioso. No aliviaba el dolor de los que crecieron con el, de los que mirándolo no lo creen.

 

Aquí permanecerá hasta este sábado aquel once goleador que en vez de halagos o reproches hoy recibió rosas y oraciones.

 

Para su familia es el fin de una larga espera y el inicio de una vida distinta. Sin el protagonistas de una historia que pintaba para un final feliz, pero que se quedo a medio escribir.

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