16 abr 2015 , 03:18

10 características sorprendentes de algunos animales

Avestruces macho son de las pocas aves que tienen pene. El pepino de mar defeca y respira

El mono probóscide (Nasalis larvatus), también conocido como mono narigudo o de nariz larga, tiene un nombre a medida.

 

Su enorme nariz puede parecer ridícula a los humanos, pero los de su propia especie la ven de otra manera.

 

Y es que todo sugiere que un gran apéndice nasal ayuda a los machos a atraer a las hembras tanto como al pavo real su colorida cola.

 

Además, una nariz de tamaño considerable permite gritar más fuerte y advertir así de su presencia a posibles rivales.

Y más allá de la abultada nariz los monos probóscide tienen otra característica distintiva.

 

Son la única especie de primate que rumia, regurgitando la comida para masticarla una segunda vez, tal como lo hacen las vacas.

 

El breve sexo de las avestruces

Las avestruces macho son de las pocas aves que tienen pene. Aunque parecería que estos apéndices no son especialmente buenos.

 

Avestruz

Las avestruces macho no son los mejores amantes.

 

Los penes humanos se hinchan gracias a la alta presión sanguínea. Y este sistema permite mantenerlos erectos durante varios minutos.

 

Pero, por alguna razón, los antepasados lejanos de las avestruces desarrollaron un mecanismo distinto.

 

Así, los penes de las avestruces se hinchan con fluido linfático, a una presión mucho menor.

 

Como consecuencia, la erección no dura más de varios segundos.

 

El largo bigote de las arañas

A la araña heterópoda o cazadora de color marrón (Sparassidae heteropoda) le crece una cantidad impresionante de vello facial.

 

Spider

La araña heterópoda tiene un bigote blanco.

 

Y no es que quiera lucir barba y mostacho por vanidad: este arácnido utiliza su bigote para cazar.

 

Los pelos blancos brillan en la oscuridad, lo que le ayuda a atraer a sus presas.

 

El sexo entre focas y pingüinos

Esta práctica generó titulares en 2008, cuando se reportó por primera vez.

 

Y lo hizo otra vez en 2014, cuando el acto fue captado por una cámara.

 

Seal

Nadie sabe por qué las focas quieren tener sexo con los pingüinos.

 

Nadie sabe realmente por qué lo hacen las focas. Y de acuerdo a las imágenes no parece que los pingüinos estén buscando pareja.

 

De hecho, uno de ellos fue devorado imediatamente después del acto sexual.

 

La incapacidad de saborear pescado de los pingüinos

La de ser el blanco sexual de las focas no es la única mala noticia para los pingüinos.

 

Penguin

Los pingüinos no disfrutan cuando se comen un buen pescado.

 

A pesar de que el pescado es su principal alimento, las investigaciones demuestran que no pueden saborearlo.

 

Un estudio publicado en febrero de 2015 descubrió que los pingüinos perdieron esa capacidad. Están genéticamente determinados para que sólo puedan identificar el sabor amargo y el salado.

 

Pero no parece que esto importe mucho, ya que los pingüinos engullen los peces enteros.

 

El vicio de las vacas

A las vacas le gustan las drogas. Algunas comen hierbas venenosas del género Astragalus y Oxytropis que crecen en el campo en Estados Unidos y México.

 

 

Cows

Algunas vacas se colocan.

 

Y como consecuencia se vuelven solitarias, caminan de forma extraña y tropiezan constantemente.

En algunos casos, cuando están muy drogadas, dan enormes brincos ante un obstáculo tan pequeño como un palo.

 

El narcótico de los delfines

Algunos delfines también son propensos al uso de drogas con fin recreativo.

 

Dolphins

Algunos delfines juegan con peces globo y terminan drogados.

 

El pez globo es tóxico, pero en pequeñas cantidades la neurotoxina que libera parece tener un efecto narcótico.

 

Y existen informes de delfines que juegan con peces globo y terminan drogados.

 

Este comportamiento fue documentado en el programa Spy in the pod ("Espía en el grupo") de la BBC.

 

Fue el primer caso conocido de "uso de drogas" entre los delfines de nariz de botella.

 

Anos multifunción

Una especie de pepino de mar, el Parastichopus tremulus, posee un ano multifuncional.

 

No solo defeca a través de él, sino que también lo usa para respirar.

 

Y además le sirve para defenderse.

 

 

Pepino de mar

El pepino de mar defeca y respira a través del ano.

 

Si lo reta un pez o un cangrejo, este animal de cuerpo alargado y blando contraerá sus músculos, dilatará su ano y expulsará parte de sus entrañas a través de él.

 

Algunas especies incluso pueden expeler sus órganos respiratorios.

 

Y no lo hacen como espectáculo: los pepinos de mar envuelven a sus atacantes con las entrañas y esto les permite huir.

 

Las vísceras le vuelven a crecer después.

 

Las heces proyectil de los pingüinos

Ya que estamos hablando de anos, los pingüinos tienen un poder particular.

 

No se trata de la capacidad de soportar las heladas temperaturas antárticas o la de nadar bajo aguas polares. Ni siquiera de la secreta técnica que emplean para levantar el vuelo.

 

Es la habilidad para defecar de estas aves marinas la que más llama la atención.

 

Pingüinos

En 2003 varios científicos descubrieron que los pingüinos pueden evacuar con una potencia de entre cinco y diez veces mayor que con la que lo hacen los humanos.

 

Este hallazgo fue merecedor de un premio Ig Nobel, galardones que parodian los Nobel y que se otorgan cada octubre a los logros científicos más inusuales o triviales del año.

 

Pero esta particular habilidad es útil para los pingüinos, pues con esta técnica evitan ensuciar sus nidos.

Además, les permite defecar sin necesidad de moverse de donde están.

 

La técnica de sabotaje de los murciélagos

El murciélago lengüilargo sin cola (Anoura geoffroyi), que habita en México, libra una batalla de sonido en el cielo.

 

Murciélago

El murciélago interfiere en los sentidos de sus competidores.

 

Este quiróptero de pelaje oscuro puede lanzarse en picado y robar la presa a sus competidores causando interferencias en los sentidos de estos por medio del sonido.

 

Investigadores grabaron las señales de interferencia y descubrieron que el murciélago en cuestión las emitía justo cuando estaba a punto de atrapar a una sabrosa polilla.

 

Este sonido hacía que su rival perdiera la presa.

 

Lea la historia original en BBC Earth.

 

 

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