12 jun 2018 , 03:01

Rusia basará la inauguración en música y colores

El estadio Luznikhi de Moscú acogerá la ceremonia y el partido inaugural.

Un espectáculo musical que promete ser 'inolvidable' junto a un toque de 'jogo bonito' con Ronaldo como embajador y el partido entre Rusia-Arabia Saudita darán el jueves luz verde a la Copa del Mundo Rusia 2018.

 

En un mundo dominado por la transmisión en tiempo real, FIFA apuesta a manejar con precisión de relojería suiza cada instante de la apertura de una Copa que aún no calienta motores en los hinchas locales, pero que mantiene en vilo a toda Latinoamérica y gran parte del mundo.

 

Media hora antes del inicio del partido --previsto para las 10:00 (hora de Ecuador)-- las luces se encenderán en el estadio Luzhniki de Moscú y un intenso espectáculo musical copará la pista.

 

El inglés Robbie Williams junto a la aclamada soprano rusa Aida Garifullina encabezarán el show que le cantará al fútbol y Rusia durante un mes acaparará las miradas de los fanáticos del deporte rey.

 

Quizás con su famoso tema 'Feel' Williams encienda a los 80.000 espectadores y a millones que seguirán a distancia una apertura que promete ser "inolvidable" y será seguida desde las gradas por el presidente ruso Vladimir Putin.

 

El dueño de casa quiere disfrutar su Mundial, pasar a octavos de final y jugar distendido contra un grande de Europa para salir del torneo satisfecho. Pero el sueño mundialista se puede transformar en pesadilla si los magros resultados conseguidos en semanas previas se prolongan en el debut.

 

La modesta Arabia Saudita será el primer escollo del equipo dirigido por Stanislav Cherchesov que sumó magras actuaciones y derrotas en su andar hacia la Copa.

 

Malos resultados que se suman a la catarata de lesiones que acumula en los últimos meses y que sacó de competencia a su principal figura en el ataque Alexander Kokorin y otros pilares del equipo que buscará en los fanáticos la cura a sus debilidades.

 

Sin presiones y con el objetivo de darle a los favoritos del Grupo A algún dolor de cabeza llega Arabia Saudita.

 

En una serie que tiene a Uruguay como favorito y a Egipto pendiente de la evolución del lesionado Mohamed Salah, los dirigidos por Juan Antonio Pizzi aparecen como el equipo débil que tanto temen los seleccionados encumbrados a la hora de jugar un Mundial.

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