30 jun 2014 , 11:10

El aerosol argentino que deja su huella en el Mundial

Fair Play es una espuma especial y "mágica" diseñada por un argentino y un brasileño.

Veronica Smink

BBC Mundo, Argentina

Cualquier espectador que esté siguiendo los partidos del Mundial de Brasil 2014 habrá notado la curiosa espuma que utilizan los árbitros para marcar dónde deben colocarse el balón y los jugadores cuando forman la barrera durante un tiro libre. Se trata de una de las novedades de esta Copa del Mundo, que también introdujo por primera vez el uso de la tecnología para determinar si una pelota cruzó la línea de meta.

Pero a diferencia de esta última innovación high tech, el spray que usan los árbitros llama la atención por su sencillez: parece una crema de afeitar que se coloca sobre el césped, excepto que a diferencia de esta, la espuma desaparece como por arte de magia medio minuto después de haber sido rociada.

¿Qué es este llamativo producto? Se trata del "aerosol evanescente" 9.15 Fair Play, una espuma especial que fue creada por dos hombres cuyos países son grandes rivales en el campo de juego: un argentino y un brasileño.

Pablo Silva, el argentino, le contó a BBC Mundo que tuvo la idea de crear el aerosol una noche de 2002, tras haber disputado un partido amistoso en el que fue expulsado por haberse quejado de que la barrera se había adelantado cuando él pateó un tiro libre.

Silva, quien en ese entonces ejercía como periodista deportivo, pensó cuán común era eso de que los futbolistas se adelantaran durante una barrera y cuán sencillo sería prevenirlo si hubiera alguna forma de marcar la cancha.

Fue así como se contactó con su tío, un químico, para pedirle que inventara algún producto que pudiera servir para ese propósito.

"El desafío principal era que la espuma tenía que ser suficientemente duradera para resistir un día de lluvia, pero al mismo tiempo desaparecer dentro del plazo de un par de minutos, para no dejar la cancha marcada", recordó el emprendedor.

Pasaron cuatro años y dos químicos más, hasta que lograron dar con la fórmula perfecta.

 

De rivales a socios

Cuando Silva patentó el producto en Argentina, en 2006, se enteró de una noticia que a primera vista podía haber resultado en una dura batalla comercial: un hombre en Brasil, Heine Allemagne, había tenido la misma idea que él y había patentado una espuma similar en 2000.

Pero lejos de empezar una rivalidad, los vecinos latinoamericanos decidieron unir fuerzas y lanzaron como socios el aerosol 9.15 Fair Play, que se produce en una fábrica en Buenos Aires y cuyo nombre hace referencia a la distancia, en metros, que debe haber entre el pateador de un tiro libre y la barrera.

El impulsor de esta sociedad argentino-brasileña fue el mismísimo número uno de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Julio Grondona, a quién Silva acudió tras inventar su producto.

"Sin Julio Grondona no habría habido aerosol", resumió el periodista, quien contó que el presidente de la AFA fue el principal impulsor del producto.

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Silva aseguró a BBC Mundo que Grondona impulsó el aerosol pero no participa de su comercialización.

 

 

Grondona autorizó su uso en la Liga B del fútbol argentino, en 2007 y luego en la Liga A, dos años después.

La influencia de "Don Julio" –quien preside la AFA desde 1979 y además es uno de los vicepresidentes de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA)- logró que las autoridades del fútbol mundial aprobaran el uso del spray en la Copa América de 2011, que se disputó en Argentina, la prueba de fuego del novedoso producto.

El gran salto

Pero el gran salto del aerosol se dio en 2012, cuando su uso fue aprobado por la International Football Association Board (IFAB), conocida en español como la F.A. Board Internacional, la encargada de definir las reglas del fútbol a nivel mundial.

"La IFAB se reúne una vez al año y son muy reticentes a modificar cosas", relató Silva.

Tras el visto bueno del organismo, el aerosol se utilizó en dos torneos de FIFA en 2013: el Mundial Sub-20 en Turquía y el Sub-17 en Emiratos Árabes. Después de ambas competencias, los árbitros fueron consultados de forma anónima sobre los beneficios del producto.

En ambos casos, el aerosol recibió un respaldo cercano al 90%.

"Lo usé en el Mundial Sub-20 y para mi sorpresa lo aprecié mucho", dijo a la BBC el referí sueco Jonas Eriksson.

"Los jugadores lo respetan, es una gran innovación", opinó, por su parte, el australiano Ben Williams.

Las máximas autoridades de FIFA estuvieron de acuerdo, y fue así que en diciembre de 2013, durante el Mundial de Clubes (en el que también su usó la espuma), Sepp Blatter anunció que el aerosol 9.15 Fair Play sería utilizado por todos los árbitros durante el Mundial de Brasil.

 

Negocio

Para Silva y Allemagne, ver su producto usado en la máxima cita del fútbol mundial es "un enorme orgullo", según relataron a BBC Mundo.

Sin embargo, los emprendedores dijeron que el próximo desafío será hacer que su idea se convierta en un negocio redituable.

Y es que, por el momento, ninguno de los dos creadores de la espuma puede vivir de su invento.

 

Silva (izq.) y Allemagne esperan en el futuro poder vivir de la venta de su producto.

 

 

 

Si bien Silva no quiso precisar cuánto facturan por la fabricación de los aerosoles, lo cierto es que los números de venta son bajos: el máximo consumidor del spray hoy en día es la AFA, que sólo requiere 5.000 unidades por año, a uno costo de cerca de US$5 por unidad.

Por ello, el éxito comercial de este producto dependerá enteramente de cuán extenso se hace su uso después del Mundial.

Una vez más la palabra decisiva la tendrá la IFAB, que deberá decidir después del Campeonato de Brasil si de ahora en más el spray será requisito para todas las ligas del mundo.

 

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