13 jun 2014 , 08:10

Venganza holandesa deja caras largas entre los españoles

La decepción se apoderó este viernes del centenar de españoles residentes en Brasil.

La decepción se apoderó hoy del centenar de españoles residentes en Brasil que se congregaron en la Casa de España en Río de Janeiro para presenciar el debut de La Roja ante Holanda en el Mundial de fútbol 2014.

 

Los aficionados, pertrechados con camisetas de la selección y banderas de España, comenzaron el partido con la intención de revivir la final del pasado Mundial de Sudáfrica, convencidos de que el conjunto de Del Bosque sumaría sus primeros tres puntos en esta competición.

 

El optimismo reinó en la Casa de España desde antes del inicio del encuentro y nada hacía prever la debacle que se produciría antes del pitido final.

 

La euforia se desató entre los hinchas en el momento en que Rizzoli pitó un dudoso penalti sobre Diego Costa y se alcanzó el clímax cuando lo transformó Xabi Alonso. El Mundial no podía empezar mejor para España.

 

Sin embargo, poco antes del descanso, el derroche de alegría se vio aplacado por el espectacular tanto de cabeza del delantero del Manchester United Robin van Persie, que encabezó la venganza holandesa.

 

El empate de Holanda no mermó ni un ápice los ánimos de los aficionados españoles, que mostraban una confianza plena en los de Del Bosque y creían firmemente en la remontada.

 

Antes de la segunda parte, los hinchas de La Roja seguían convencidos de las posibilidades de España, tanto en el partido como en el Mundial, y no veían en el 1-1 más que un pequeño escollo que la Selección superaría sin dificultad en su camino hacia la final del próximo 13 de julio.

 

Tras la reanudación, un segundo gol del conjunto de Louis van Gaal, marcado por Arjen Robben y que dejó en evidencia a Gerard Piqué y a Sergio Ramos, hizo palidecer a los forofos españoles.

 

La Casa de España en Río enmudeció con el tanto del jugador del Bayern de Múnich, al ver cómo los "Oranje" se adelantaban en el marcador, y el optimismo inicial se disipó para dar paso a la duda.

 

El tercer tanto de la escuadra holandesa, unido a la sensación de que el equipo español no era capaz de reaccionar, hizo que la frustración de los españoles aumentase. Los aficionados congregados en la ciudad carioca no podían dar crédito a lo que veían.

 

La cuarta diana de Van Persie diluyó toda esperanza de los forofos españoles en Río y la desilusión se apoderó de los congregados. La decepción era mayúscula.

 

El quinto y último acierto de los holandeses no vino sino a aumentar la sensación de impotencia de la afición de "La Roja", que prefirió centrarse en los próximos partidos que enfrentarán a los futbolistas españoles ante Chile y a Australia.

 

Pese al duro mazazo que ha supuesto este resultado, los españoles no pierden la esperanza de cara al Mundial y confían en el potencial de la Selección.

 

"Una debacle, la verdad, pero hay que pensar en positivo. Ahora a intentar comerse a Chile, no queda otra, pero triste, triste", afirma un aficionado en Río, que cree que la el equipo de Del Bosque conseguirá clasificarse.

 

Los seguidores españoles no solo se reunieron en Río de Janeiro para ver el partido, sino que también se concentraron en el Hotel Intercontinental de Sao Paulo, la mayor y más poblada ciudad de Brasil, y la sensación de desencanto fue la misma.

 

Algunos aficionados achacaban el bajo rendimiento del equipo nacional al cansancio de los futbolistas españoles, que se vieron obligados a mantener un rendimiento muy alto hasta finales de mayo, cuando Atlético y Real Madrid disputaron la final de la Liga de Campeones.

 

"Algunos jugadores disputaron partidos hasta el último momento, con la Champions y el apretado final de liga", aseguraba Elvira Marcos Salazar, una española que presenció el partido en Sao Paulo.

 

"Pero no creo que esa sea la causa del resultado, pienso que los jugadores no consiguieron recuperarse psicológicamente del primer gol de Holanda", añadió.

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