“La Vida Sigue”: ¿de qué lado están los ecuatorianos?

“La Vida Sigue” logró lo que pocas pero inolvidables producciones pueden, llegar al alma de miles. Ecuador se apropió de esta telenovela que a diario te trae la más grande historia de esperanza, amor y hermandad, una que trasciende a la propia muerte así como las trivialidades de la vida.

Porque formas parte de esta tendencia, Ecuavisa.com decidió preguntar a los televidentes de qué lado están, de Ana o Manuela, las dos hermanas más vistas de la señal nacional. Conoce a través de este video las opiniones de los ecuatorianos y sus criterios sobre esta inmortal historia.

Dos hermanas separadas por una tragedia

Al inicio, Ana y Manuela eran inseparables, hermanas, mejores amigas y confidentes. Mientras la primera sobresalía como una campeona, la otra aguardaba las victorias de su hermana, pero siempre arropada bajo su sombra. Pronto, Ana se enamora de su hermanastro Rodrigo y queda embarazado de él. Su madre, Eva, la obliga a regalar al bebé y desistir de su amor. 

Sin embargo, la fuerza de Ana la mueve a independizarse y criar a su hija junto al apoyo de Manu. En el momento menos imaginado, la tragedia marcará sus vidas, un terrible accidente de auto deja a Ana en coma. Eva jamás perdona esto a la sobreviviente y la echa de casa junto a su nieta, Julia.

Manuela queda a cargo de la niña y la cuida como una madre durante cinco años. Esta cercanía hace que ella también se enamore de Rodrigo. Los dos se casan y forman un hermoso hogar, Manu ya no es la misma joven débil e indecisa de antes, ahora se ha convertido en una empresaria y una madre luchadora. Aunque nunca pensaron que Ana despertaría, la vida se les adelantó. 

Ana abre los ojos para descubrir que su amada hermana es la dueña de la familia que siempre soñó tener, a lado de Rodrigo y su hija. Con el tiempo las heridas comienzan a sanar y Ana busca acercarse a su pequeña a través de Manu.

Las cosas parecen ir viento en popa hasta que se hace evidente los rezagos de pasión e ilusión que Rodrigo y Ana vivieron juntos. El primer amor nunca es fácil de olvidar, sobre todo en el caso de Ana, quien despertó con ese fuego ardiendo aún en su corazón.

Los dos ceden ante esta atracción que acarreará dolor, llanto y separación. Manuela termina decepcionada tras ver a su única hermana besando a su esposo. 

Y tú, ¿de qué lado estás?