01 may 2014 , 08:39

Kevin Spacey: "No hubiera podido hacer 'House of Cards' sin el teatro"

El actor de "American Beauty" defendió el teatro: "ocurre ahora y cuando acaba, no regresa".

Kevin Spacey asegura que no hubiera podido afrontar el papel de Francis Underwood en la exitosa serie "House of Cards" sin los últimos 10 años de su carrera dedicados al teatro y, especialmente, a la obra "Ricardo III".

 

"No creo que hubiese sido capaz sin esa experiencia", afirmó el actor estadounidense de 54 años, ganador de dos Óscar por "The Usual Suspects" y "American Beauty", en un encuentro con un grupo reducido de medios.

 

"Michael Dobbs -autor de la novela en la que se basa la miniserie original británica- basó el personaje de Francis en 'Ricardo III'. Esa es la razón por la que se dirige a la cámara directamente. Muchos piensan que esa opción ('romper la cuarta pared') nació en 'Ferris Bueller's Day Off' -filme de 1986 con Matthew Broderick-, pero no, lo creó William Shakespeare con 'Ricardo III'", agregó.

 

Spacey se dedicó en cuerpo y alma durante 10 meses a esa obra teatral que presentó en escenarios de todo el mundo. Fue un trabajo que le dejó exhausto física y mentalmente. Pero resultó fundamental para poder embarcarse, inmediatamente después, en "House of Cards".

 

"Fue una circunstancia genial. Cerré la obra en marzo de 2012 y el 28 de abril comencé a rodar la serie. Significó muchísimo para mí. Sin el teatro, no hubiera estado preparado para Francis", manifestó.

 

Spacey está cerca de despedirse como director artístico del mítico teatro Old Vic de Londres, cargo que ha ostentado durante los últimos 12 años.

 

En 2009, la Academia de Música de Brooklyn (BAM), The Old Vic y la productora Neal Street crearon The Bridge Project, una compañía teatral "transatlántica" que fusionaría el talento británico con el estadounidense en una serie de actuaciones por todo el globo.

 

Así surgieron cinco producciones internacionales de obras clásicas ("Cuento de invierno", "El jardín de los cerezos", "Como gustéis", "La tempestad" y "Ricardo III") que fueron vistas por más de 500.000 espectadores.

 

Ahora llega a la cartelera estadounidense "Now: In the Wings on a World Stage", un documental sobre la producción de "Ricardo III" dirigida por Sam Mendes, que encierra una mirada íntima al trabajo y las relaciones de su equipo artístico.

 

Spacey es productor ejecutivo de la obra y se encarga él mismo de su distribución.

 

"Cuando fui a ver 'Cuento de invierno' en el teatro de Epidaurus (Grecia), supe que debíamos llevar 'Ricardo III' allí. Luego pensé que debíamos capturar la experiencia, porque era algo único. Hacía 35 años que una compañía no recorría el mundo. No di indicaciones, sólo le dije al director que grabara todo aquello", indicó.

 

El filme se montó durante 11 semanas en Baltimore (EEUU) mientras Spacey rodaba la segunda temporada de "House of Cards".

 

"Podríamos estudiar lanzar la obra en DVD porque es algo que nunca vamos a hacer de nuevo. Tras 200 actuaciones, podían haber encontrado mis huesos bajo un aparcamiento, como ocurrió con el rey Ricardo III de verdad", manifestó el actor.

 

Para Spacey, hay grandes paralelismos entre Ricardo III y el corrupto político Francis Underwood.

 

"Son investigaciones de la naturaleza y los recovecos del poder. Ambos tienen la habilidad de predecir cómo reaccionarán los demás; de esa forma logran ir 16 movimientos por delante en la partida de ajedrez y por eso consiguen lo que quieren", sostuvo el candidato al Emmy y al Globo de Oro por su papel en la serie de Netflix.

 

Allí, Underwood confiesa directamente al espectador sus intenciones. Le convierte en su aliado. Y la convicción con la que lo logra se debe a la interacción previa que vivió en los escenarios.

 

"He mirado a la gente por todo el mundo. He percibido sus reacciones. Ahora no tengo ojos enfrente, solo la lente. Pero la memoria de esa relación con el espectador quedó grabada a fuego en mí. Miro a la cámara y es como hablar con mi mejor amigo. Le cuento mi intimidad. Y, en esos casos, sobran las palabras. Los dos sabemos qué estoy pensando", declaró.

 

Cuando Spacey abandone su cargo en el Old Vic, sabe que el abanico de proyectos cinematográficos en los que podrá intervenir será mayor, pero su pasión siempre pertenecerá al teatro.

 

"El teatro es orgánico; el cine, no", asegura. "El teatro está vivo. Ocurre ahora y cuando acaba, no regresa. No importa lo bueno que yo que sea en una película, porque nunca podrá ser mejor. Está congelado en el tiempo. En el teatro, puedo ser mejor la noche siguiente. Y ese viaje, como actor, es increíble", concluye. 

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