10 abr 2015 , 11:16

Crítica de cine: 'Vicio Propio'

Vicio Propio' (Inherent Vice) es la última película del director Paul Thomas Anderson.

Columna de opinión

 

Muchas veces nos venden una película como 'la mejor del año', 'obra maestra', 'sensualidad pura' o 'algo nunca antes visto'. Un consejo que siempre doy es no fiarse ciegamente de aquellos calificativos sin antes conocer ciertos detalles de una película, como leer la sinopsis, conocer quién la dirige, quienes actúan o buscar un motivo personal basado en los gustos de cada uno. En el caso de la película que hoy nos compete, caí en el cine por 'Vicio Propio' de esperar sorprenderme con el trabajo de su director. 

 

Paul Thomas Anderson, director de las fabulosas: Boogie Nights (1997), Magnolia (1999), Punch-Drunk Love (2002), There Will Be Blood (2007) y The Master (2012); películas por las cuales seguir sus trabajos se convierte en algo imprescindible. Ha tenido bajo su dirección a estrellas de la talla de Tom Cruise, Julianne Moore, Mark Wahlberg y Daniel Day-Lewis por citar algunos; pero es gracias a su estilo de narración y ambientación de historias que combinan tramas complejas con personajes que perduran en la mente del espectador que sus trabajos se destacan. 

 

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‘Vicio Propio' (Inherent Vice) es su última película y desde su sinopsis oficial nos vende un film que puede hacernos pensar en la excelente ‘Boogie Nights’; puesto que invita conocer Los Ángeles de 1970 y seguir las andanzas del Detective Privado Larry 'Doc' Sportello, quien busca ayudar a su antigua pareja, la srta. Shasta, envuelta en un extraño caso relacionado a su amante, el magnate inmobiliario Mickey Wolfmann. Esta premisa, junto con los siguientes nombres: Joaquin Phoenix, Josh Brolin, Owen Wilson, Reese Witherspoon y Benicio del Toro, hacen imaginar un pastel con los mejores ingredientes; sin embargo, resulta todo lo contrario.

 

 

 

 

En sus minutos iniciales quizás nos brinda esperanzas, sobre todo por la interpretación de Joaquin Phoenix como Larry 'Doc' Sportello, detective privado, con un gran gusto por las drogas, quien por su facha podría ser todo lo opuesto a un buen detective, pero resulta ser lo más sólido de la película, un personaje sucio y desprolijo que para ayudar a su ex se encuentra con una variedad de personajes que bien podrían hacer que la trama fluya; pero, la chillona voz en off de la narradora y desaprovechar a un excelente reparto, en este desfile de personajes y lugares llenos de humo, hacen de las dos horas y media de metraje algo realmente poco tolerable.

 

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¿Qué podemos rescatar de este Vicio? pues dos aspectos, la música y vestuario. En lo musical, la banda sonora del film está a cargo de Jonathan Richard Guy más conocido como 'Jonny' Greenwood, nombre que para los fans de Radiohead no pasa para nada desapercibido. Jonny musicaliza perfectamente las postales que nos deja la película, incluyendo junto a sus composiciones, temas de Minnie Ripperton y el maestro Neil Young para complementar de forma ideal la estética liderada por el genial Mark Bridges, Diseñador de Vestuario, ganador del Óscar por su trabajo en ‘The Artist’ y responsable de trabajos tan diversos que van desde ‘Cincuenta sombras de Grey’ hasta ‘8 Mile’. Es justamente por el trabajo realizado en ‘Vicio Propio’ que obtuvo su segunda nominación a los premios de la Academia. La música definida por Greenwood y los vestuarios creados por Bridges, son los elementos, que sin importar el humo del argumento, permiten transportarnos a la década del 70 en todo su esplendor.

 

A pesar de todo lo negativo de la película, es importante tener presente el nombre de Paul Thomas Anderson y sobre todo no perder la oportunidad de ver alguno de los filmes que mencioné al inicio del artículo puesto que son muestra innegable de su talento. 

 

Por: Jorge Tigrero Vaca

Contacto: [email protected]

 

 

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