Deportivo Quito vive la hora más triste de su historia

Por Mario Naranjo Proaño

Ecuavisa.com

Al Deportivo Quito le cayeron las siete plagas juntas. Descendió, lucha por no desaparecer y hasta su director técnico evalúa su permanencia en el cuadro de la Plaza del Teatro.

El elenco azulgrana, cuyo presidente anunció su dimisión la semana pasada, se quedaría además sin entrenador, ya que Carlos Sevilla evalúa su permanencia en el banquillo.

“Es preferible dialogar, conversar y ver la forma de rescindir el contrato”, dijo el estratega a periodistas.

A las abultadas deudas y al rosario de problemas que atravieza la “noble institución” se le suman los problemas de división de la plantilla del equipo principal, ya que algunos optaron por no seguir jugando y otros se sumaron a los de la reserva, que es la que encaró el campeonato el fin de semana pasada.

Juan Diego Rojas, uno de los jugadores del equipo profesional que viajó a Loja, no fue atendido por Sevilla y esperaba conversar con sus compañeros, "para pedir disculpas si cabe" por haber jugado el fin de semana y no haber plegado a la medida de presión.