30 oct 2014 , 07:50

Los Gigantes vuelven a ser campeones de la Serie Mundial

Los Gigantes de San Francisco se coronaron como campeones de la Serie Mundial de Estados Unidos.

Los Gigantes de San Francisco ya tienen en su poder el tercer título de la Serie Mundial en tres años que conquistaron después de ganar por 3-2 a los Reales de Kansas City en el séptimo partido, pero eso sólo fue posible gracias a la grandeza de su lanzador zurdo Madison Bumgarner.

 

La historia de las Grandes Ligas está llena de leyendas que han protagonizado momentos estelares y Bumgarner ha pasado no solo a formar parte de ellas sino a encabezarlas con la obra de arte que completó desde el montículo durante todo el "Clásico de Otoño".

 

Técnicamente no se quedó con la victoria en el séptimo partido, que le correspondió al relevista zurdo Jeremy Affeldt (0-1), pero Bumgarner, que logró el rescate, fue simplemente el único ganador real que hubo entre los lanzadores y gracias a él los Gigantes tienen su tercer título de la Serie Mundial en cinco años.

 

Bumgarner no había conocido la derrota en los "Clásicos de Otoño del 2010 y 2012, lo que a sus 25 años era ya toda una hazaña, pero le falta engrandecer aun más su figura y esta vez alcanzó lo majestuoso.

 

Simplemente fue el único culpable y verdugo de que los Reales no estén ahora disfrutando de su primer título de la Serie Mundial desde que lo ganasen en 1985, pero les quedó el consuelo que como equipo fueron tan buenos o mejores que los Gigantes, pero ante Bumgarner nadie hubiese sido capaz de hacerle contacto a los lanzamientos que realizó desde el montículo.

 

Bumgarner estuvo intratable desde que ganó el primer juego (7-1), sólo cedió un jonrón solitario al receptor venezolano Salvador Pérez, que luego se vengaría al ser al último que dejo "out" para comenzar a celebrar el tercer título de campeones.

 

Luego logró blanqueada de 5-0 en el quinto tras lanzar la ruta completa con 117 envíos que hizo al receptor y salió en el quinto del séptimo para hacer otros 68 sin permitir anotación, que lo dejaron con 0.43 de promedio de efectividad.

 

Nadie antes lo había conseguido con más de 15 entradas lanzadas en la Serie Mundial y sólo el legendario Sandy Koufax logró 0.38 en el Clásico Otoñal de 1965 con los Dodgers de Los Angeles.

 

"N les voy a mentir de nuevo, la verdad es que ahora me siento un poquito cansado", expresó Bumgarner, cuando se le recordó que había trabajado en más de un tercio de los episodios lanzados por todo el cuerpo de pitcheo de los Gigantes en la Serie Mundial de 2014.

 

Pero lo conseguido por Bumgarner no es algo que esté relacionado con un momento espectacular de forma, todo lo contrario, en sus 36 episodios lanzados en Series Mundiales, su efectividad es 0.25, la mayor y mejor de la historia, secundada apenas por un 0.36 de Jack Billingham en tres Series Mundiales al servicio de la legendaria Gran Maquinaria Roja, de los Rojos de Cincinnati, de 1972 a 1976.

 

Bumgarner también es el séptimo pelotero que es el Jugador Más Valioso (MVP) de la Serie de Campeonato y la Serie Mundial en un mismo año.

 

Se une a Willie Stargell (1979, Piratas de Pittsburgh), Darrell Porter (1982, Cardenales de San Luis), Orel Hershiser (1988, Dodgers), el cubano Liván Hernández (1997, Marlins de la Florida), Cole Hamels (2008, Filis de Filadelfia) y David Freese (2011, Cardenales).

 

Además, es solamente el vigésimo sexto lanzador --28 veces en total-- que se convierte en MVP del Clásico de Octubre y primero desde Hamels en 2008.

 

"El es lo mejor de lo mejor, por eso es el número uno de nuestra rotación", calificó el relevista venezolano Yusmeiro Petit. "Fue la clave de nuestro éxito".

 

El resto de los peloteros de los Gigantes tienen el mismo sentir por la aportación que Bumgarner ha hecho al equipo durante la Serie Mundial.

 

Especialmente agradecido está el instructor de pitcheo de los Gigantes, Dave Righetti, quien a su vez fue un gran lanzador zurdo que brilló en las Grandes Ligas como abridor y relevista.

 

"Aspirábamos a que lanzaría unos tres episodios, pero lo que hizo fue lo que calculábamos en el peor de los casos (en cuanto al elevado número de episodios lanzados)", elogió Righetti. "Es un pitcher bien astuto. Sabe trabajar muy bien en ambos lados del plato".

 

Por su parte, el dirigente de los Gigantes, Bruce Bochy, nunca tuvo dudas de que Bumgarner pudiera sellar con broche de oro la Serie Mundial de 2014, pero estaba llegando a un punto en el que ya pensaba en sacarlo.

 

"Si hubiera dado señales de fatiga y se hubiera metido en problemas lo teníamos que proteger porque estaba acercándose al punto de que había que sustituirlo", reconoció Bochy. "No sé cómo lo iba a sacar del montículo, pero hay que cuidar a este muchacho".

 

Bochy conoce mejor que nadie el deporte del béisbol tiene una línea roja para los lanzadores que no se pude cruzar si no se quiere destruir al jugador con una grave lesión en el futuro.

 

"Lo esforzamos bastante, pero siguió diciendo 'quiero seguir, quiero seguir, mi brazo se siente bien", subrayó Bochy. "Simplemente es algo increíble la fortaleza que tiene en su brazo".

 

Además de poseer la actitud de los más grandes, los que siempre dan un paso adelante para entregarlo todo desde el montículo, que nunca piensan en el no pudo seguir sino todo lo contrario, no encuentran un límite y eso fue lo que hizo posible que Bumgarner ya sea leyenda y los Gigantes nuevos campeones de la Serie Mundial.

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