17 jul 2014 , 07:25

Endeudamiento externo

En estos días se reúnen en Brasil, los representantes de UNASUR y de BRICS.

Opinión

 

Por: Alfonso Espinosa de los Monteros


En estos días se reúnen en Brasil, los representantes de UNASUR y de BRICS, una nueva organización que agrupa a los países emergentes que quieren tener mayor representatividad internacional. Allí están Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Este es un paso positivo para un mayor equilibrio en las relaciones internacionales, tan necesario en el mundo de hoy, donde hay tanta pobreza y tanta opulencia a la vez.

 

 

La primera decisión ha sido crear un Banco de Desarrollo con aportaciones de los países del nuevo bloque BRICS. Este es un paso también decisivo si se considera que el Banco del Sur, hasta el momento, ha tenido tropiezos para su creación y funcionamiento.

 

 

Nuestros países necesitan financiamiento, sobre todo para obras de infraestructura.

 

 

La reunión ha dado oportunidad para duros ataques al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial. El presidente boliviano llegó a decir que eran chantajistas porque sus préstamos –en los años ochenta y noventa—venían condicionados con duras medidas económicas de ajuste que afectaban a los mas pobres.

 


Las cosas han cambiado y el Ecuador acaba de gestionar un préstamo –sin condiciones--  de 2.000 millones de dólares en el Banco Mundial, pese a los ataques que, en el mismo tono del presidente boliviano, se hicieron desde el gobierno de la revolución ciudadana.

 

 

Siempre habrá esta discrepancia ideológica, pero, hay un problema de fondo que no podemos ignorar los latinoamericanos. Es el manejo del endeudamiento en los países latinoamericanos. En términos generales y con pocas excepciones, el endeudamiento ha terminado sirviendo para financiar gasto corriente, lo cual no significa inversión que pueda tener retorno en la utilidad de la obra pública.

 

 

Los países, como las personas, tenemos que ser muy responsables cuando decidimos endeudarnos y, por supuesto, garantizar el pago a nuestros acreedores.

 

 

El caso de Argentina es muy triste. Ya una vez los acreedores tuvieron que ceder y suspender los cobros para darle oportunidad de estabilizarse a ese país. Después de gobiernos relámpagos de cinco Presidentes, Nestor Kirchner declaró la impotencia para el pago y consiguió estabilizar el país cuando se suspendieron los cobros. Ahora, cuando gobierna su esposa Cristina, Argentina vuelve a estar en la misma situación y su propuesta se reduce a ríspidos discursos.



En Ecuador, después de una suspensión de pagos y una negociación que fue ventajosa para el país, empezamos un progresivo endeudamiento con China y ahora con el Banco Mundial y el Golden Sachs al que entregamos el oro en garantía.


 

Esperemos que la prudencia no nos lleve a volver a vivir una “crisis de deuda” como pasó en los ochenta y noventa. El dinero no tiene ideología y el que tiene que cobrar no tiene consideraciones.


 

Concluyendo: lo mas importante es saber cómo y para que endeudarnos.



 

* Las ideas expuestas en esta publicación son de responsabilidad del autor. 

 

Este texto está clasificado como un ESPACIO de OPINIÓN. 

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